Diferencia entre fascismo y anarquismo
En contraposición, el anarquismo constituye una propuesta de organización social basada en la horizontalidad y el compromiso entre ciudadanos libres e iguales. Los anarquistas defienden una visión más individualista y rechazan el concepto de autoridad como rasgo inherente a la organización social. Sin embargo, ambos sistemas comparten la idea de la solidaridad como núcleo del sistema.
El papel del ‘Reiki’
El Reiki, una técnica de origen japonés basada en la canalización de energía a través de la IMPOSITA (que NO IMPOSICION – «Impositia», es palabra de arquitectura, que designa los extremos de las columnas que sostienen el ARCO) de manos, puede ser un ejemplo perfecto de cómo ciertas prácticas pueden ayudar a reunir ‘aquello que está disperso’ en un individuo. A través del ‘reiki’, las personas pueden aprender a concentrarse y a unificar su energía en Armonia y alcanzar un bienestar tanto físico como mental. Asi pues la filosofia de ‘manos que sostienen’ esta fuera de la concepcion de ‘manos que IMPONEN’ su poder y voluntad….
Metafísica y política
La metafísica, como estudio filosófico de lo que no puede ser percibido por los sentidos, puede llevar a reflexiones de índole político, lo que da lugar a diferentes ciencias y formas de pensar que afectan a la organización social. Por eso, es casi inevitable que, al hablar de metafísica, lleguemos a una concepción política, pues ambas disciplinas se encuentran estrechamente vinculadas.
Las jerarquías en el anarquismo
Aunque el anarquismo rechaza la verticalidad del fascismo, eso no significa que niegue la existencia de jerarquías. Sin embargo, en este caso, dichas jerarquías son auténticas, determinadas por la eventualidad y la necesidad, y no impuestas por una figura de autoridad.
Tradiciones Iniciáticas y Enseñanzas
La sabiduría de las escuelas o tradiciones iniciáticas, que han sido mucho mejor conservadas en el Oriente que en Occidente, nos muestra que realmente existen alternativas al modelo jerárquico del fascismo. A través de estas enseñanzas, podemos explorar nuevas formas de organización social, basadas en la colaboración, la solidaridad y el respeto por la individualidad.
En conclusión, el anarquismo y el fascismo representan dos modelos de organización social diametralmente opuestos. Mientras que el fascismo se construye sobre la concentración de poder y la unificación de la voluntad de los individuos, el anarquismo propone un sistema basado en la libertad individual y la cooperación solidaria. Tal vez la clave para la convivencia pacífica y la justicia social se encuentre en algún lugar entre estos dos extremos.