La Verosimilitud en la Historia Según Isaac Asimov

En el transcurso de la historia, la vida de un hombre o la de todos los hombres se han reducido a meras «versiones». Estas son descripciones de eventos más o menos ajustados al punto de vista de la época, al idioma, al pensamiento predominante, así como a filosofías, religiones e ideologías que determinan lo que se considera «políticamente correcto» en la sociedad actual.

El pensamiento y la imaginación

Si consideramos que «pensar es imaginar con precisión», se debe preferir reciclar nuestra propia basura antes que vivir en un mundo en el que se utilice sólo la basura ajena para construir nuestras necesidades. Fue el escritor de ciencia ficción Theodore Sturgeon quien estableció este estándar, al afirmar una vez que de toda la producción humana, ¡el 80% es basura!

Por lo tanto, frente a esta interpretación del mundo, presentamos esta pequeña historia de Asimov para reafirmar que las cosas a veces no pueden ser contadas tal como sucedieron. Pero para aquellos que reflexionan un poco, lo «verosímil» prevalece sobre cualquier historia, ¡o sobre cualquier basura ajena!

La verosimilitud de la creación en seis días

Consideremos esta narración de Isaac Asimov: «¿Cómo sucedió?» Cuando su hermano intenta narrar el origen del universo ocurrido hace exactamente quince mil doscientos millones de años, se le cuestiona. A pesar de la afirmación de su hermano de estar inspirado y seguro de la duración del citado evento, se enfrenta al desafío práctico del coste del papiro – el medio tangible para transmitir el relato. Se sugiere la idea de reducir la duración a cien años, pero aún así queda la cuestión de cuánto papiro necesitaría. Finalmente, el hermano cede, aceptando narrar la creación en un lapso de seis días, todo por la limitación del precio y la cantidad del papiro. Moisés, representado por Aaron, el narrador de esta historia, finalmente obtiene lo que quiere: una versión comprimida de la creación – en seis días.

Esta narración NO solo es una anécdota cómica, sino también una reflexión sobre cómo el contenido puede ser moldeado por factores tan mundanos como el precio de los materiales de escritura.

La Verdad Histórica y la Verosimilitud

No siempre es posible (o económico) documentar la verdad completa y objetiva, lo cual se complica aún más por el hecho de que la «verdad» también puede ser subjetiva, moldeada por nuestras propias interpretaciones y limitada por nuestras capacidades para comprender o explicar. Por lo tanto, lo que a menudo queda como «historia» es lo que es lo más «verosímil» (similar a la verdad), lo que suena más probable o posible en función de nuestras propias experiencias y comprensiones del mundo.