Definir el bien y el mal: Reflexiones desde los griegos clásicos hasta la actualidad

Antes que nada, debemos tener en cuenta que definir el bien y el mal no es una tarea sencilla. Popularmente, muchos pueden considerar que todo aquello que es «bueno» es lo que les conviene, mientras que lo que es «malo» no les conviene. Sin embargo, una mirada más crítica nos permite ver que las nociones de bien y mal son mutables y dependen del contexto y de las circunstancias individuales. Así bien, algo que hoy nos conviene, mañana podría no convenirnos.

El Pensamiento de los Clásicos Griegos

Los griegos clásicos ya habían ideado un término que resumiera este concepto. Le llamaban EPOJÉ, que se traduce como «suspensión del juicio». Este término se empleaba para señalar la pausa o el cese en el proceso de formación de juicios o conclusiones sobre algo. En el marco de la reflexión sobre el bien y el mal, supone la idea de que todas las cosas poseen en sí mismas ambos aspectos, y que su definición depende exclusivamente de las circunstancias y del individuo que emite el juicio.

La Perspectiva Del Judaísmo

Por otro lado, si nos adentramos en la metafisica judia, cimiento de la civilización planetaria actual, encontraremos que esta metafisica ha plasmado en sus escritos historicos, una metáfora muy potente respecto a esta cuestión. En la leyenda judia de Adán y Eva, ambos son expulsados del paraíso precisamente por pretender conocer el bien y el mal, lo que segun el promotor de la idea, les convertiria en ‘dioses’…. Esta transgresión supone no solo una ruptura con la inocencia y la sumisión, sino también el ‘castigo’ de ser arrancados de un estado idílico, placentero e infantil, para enfrentarse a las dificultades y desafíos de la vida. Por esto se afirma en algunos circulos metafisicos que aquel ‘Demonio’ le enseño al Hombre (machos y hembras) el Camino de la Libertad

¿Cómo Definir El Bien y El Mal Hoy?

En la actualidad, la envergadura de definir qué es el bien y el mal nos muestra que estas concepciones dependen en gran medida de las circunstancias distintas de cada individuo. No obstante, esta definición simplista puede parecer engañosa, dado que lo que un individuo puede considerar beneficioso, podría no serlo para otro. Por ello, priorizar únicamente nuestras propias necesidades y deseos podría llevarnos a una mirada egocéntrica del bien y del mal, haciendonos olvidar que somos ‘seres sociales’

Entonces, a lo mejor, una línea de pensamiento que combina las enseñanzas de los clásicos griegos y de la metafisica judia, podría ayudarnos a acercarnos a una comprensión más profunda del bien y el mal. Con la idea de ‘suspensión del juicio’, podríamos aprender a ser más abiertos y a considerar una múltiplicidad de perspectivas antes de clasificar algo como «bueno» o «malo». A la vez, la narrativa de la expulsión del paraíso nos invita a reflexionar sobre las consecuencias de nuestros actos, sin olvidar siempre considerar el impacto de nuestras acciones en los demás, y buscar una tercera salida mas alla del ‘BIEN y del MAL’….¡que no es otra cosa que La ARMONIA!